El Hábito
El   hábito del terciario es un signo de penitencia  o conversión. La  toma  del hábito, es una ceremonia pública y  viva,  el candidato se despoja del "hombre viejo" para tomar un nuevo hábito  "hombre  nuevo" imagen de la vida nueva que va a  comenzar. Este hábito franciscano comprende el cordón. Esta  toma  de hábito señala un compromiso con un estilo nuevo de vida y un desprendimiento de viejas  costumbres con renovación de los votos del bautismo. El postulante debe estar guiado por el espíritu del Evangelio. El rito de la toma de hábito nos hace entrar en la familia franciscana y así nos arraiga más profundamente en la Iglesia. La toma del hábito es un momento en el cual Dios nos concede una gracia especial. En  esta ceremonia, de la toma del hábito, aprobada por  la Iglesia,  es un signo exterior de lo que se realiza  en  el corazón,  el postulante recibe el escapulario y el  cordón signos de conversión y de la  pertenencia al Señor. Recibir  el hábito, es vestirse de  Cristo,  es comprometerse  a  tomar  la vida de Cristo  como  norma  de conducta,  todos los días de nuestra vida. Actuar  como  lo hubiese hecho Cristo en nuestro lugar.
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