
De Asís, se hizo llevar a Santa María de los Angeles. En mitad de camino se hizo colocar de cara a Asís y bendijo a la ciudad, luego el cortejo continuó hasta la Porciúncula, donde se hizo tender desnudo sobre la desnuda tierra y se hizo cantar por los caballeros de la mesa redonda el cántico de las criaturas, al cual añadió la alabanza de “nuestra hermana la muerte corporal”.
El sábado 3 de octubre de 1226 las condiciones de salud empeoraron, y hacia el atardecer, sintiéndose morir entonó el salmo que comienza: “A voz en grito clamo al Señor”, y lo prosiguió cantando hasta el fin. A las palabras: “Sácame de la prisión...”, la hermana muerte le apagó la voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario