sábado, 3 de octubre de 2009

El tránsito de San Francisco de Asis

Un día como hoy, pero de 1226, moría san Francisco en la pequeña ermita de la Porciúncula, cerca de Asís. Por eso, la familia franciscana celebra cada 3 de octubre el Tránsito de San Francisco. Los últimos años de su vida, especialmente desde que recibió la impresión de las llagas de Cristo en el Monte Alverna, fueron dolorosos y llenos de sufrimiento. Su cuerpo, llagado y enfermo, era la viva imagen de un crucificado amenazado de resurrección. Se fue desnudo, con la sabiduría de un pobre, besando la tierra y bendiciendo la vida.

De Asís, se hizo llevar a Santa María de los Angeles. En mitad de camino se hizo colocar de cara a Asís y bendijo a la ciudad, luego el cortejo continuó hasta la Porciúncula, donde se hizo tender desnudo sobre la desnuda tierra y se hizo cantar por los caballeros de la mesa redonda el cántico de las criaturas, al cual añadió la alabanza de “nuestra hermana la muerte corporal”.

El sábado 3 de octubre de 1226 las condiciones de salud empeoraron, y hacia el atardecer, sintiéndose morir entonó el salmo que comienza: “A voz en grito clamo al Señor”, y lo prosiguió cantando hasta el fin. A las palabras: “Sácame de la prisión...”, la hermana muerte le apagó la voz.

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